bienvenido a la última puerta, más allá solo hay silencio

sábado, 8 de diciembre de 2012

CROSSROADS


Encontré en los campos de Herencia un paisaje a pie de carretera,
y en mi memoria una advertencia válida para estos tiempos turbulentos.

"Advierte, hermano Sancho, que no son éstas aventuras de ínsulas sino de encrucijadas"
(Don Quijote de la Mancha, Cap. X)






1 comentario:

  1. SELLING BARATARIA BY THE POUND
    Capítulo I denominado de la fundación de la ínsula Barataria
    Érase una vez que se era, que el duque Merka-Fin y su esposa, la duquesa Merka-El decidieron pasar un buen rato (nunca mejor dicho) con un escudero flaco como un palillo, pero alto y fuerte como un roble, ya mayor y un poco feo, de cara larga, arrugada, ojos vivos y nariz afilada, lleva bigote y barba, su pelo es moreno y un poco canoso, viste camisa blanca, gregüescos, calzas, chaleco largo y botas, al que pusieron unos quevedos para ver mejor cuanto ellos le ordenaban.
    Los duques de Merk, un día, le coronaron con el título de Rex Insula Baratariæ. Éste, buen y obediente creyente de los duques era pasto de todas las jugarretas a las que los duques le sometían.
    Fue en otro día, en el que los duques decidieron poner a buen recaudo su feudo y convencieron al bufón de que todo cuanto era de sus súbditos baratarios debía ponerlo a disposición de aquéllos, despojándose de sus propiedades y demás pertenencias, lo que así realizó el Rey de Barataria, basándose en un texto del santo Tomás Más, patrón ilustre de Barataria, quien hubo promulgado una Constitución denominada “Del estado ideal de una república en la nueva isla de Utopía”.
    El Rey de Barataria fue fiel seguidor de los principios constitucionales del santo y así, despojó a sus todos sus vasallos de todos sus bienes y propiedades, dándoselos a los duques quienes los guardaron a buen recaudo como propios los bienes expropiados, fundando con ellos el primer Banco del orbe, el del Miser Jorge de Vouropag, ilustre caballero alemán que hizo lides en Castilla, a donde trajo una empresa (cif. cap. XXXVI) que luego se llevó de nuevo a Germania.
    Hete aquí que aquí acaba el primer capítulo.

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