bienvenido a la última puerta, más allá solo hay silencio

lunes, 12 de diciembre de 2016

La canción de un poeta...

Heard the song of a poet who died in the gutter

A los catorce años escribí mis primeros versos.
No me movió a ello ninguno de los muchos poetas españoles o de habla hispana, a algunos de los cuales ya había leído y disfrutado, sino la lectura de una canción, una en concreto, en las últimas páginas del libro de Jesús Ordovás sobre Bob Dylan. Allí, con su traducción al lado, estaba "A hard rain's a-gonna fall", y la avalancha de imágenes me deslumbró de tal modo que quise hacer lo mismo. Es decir, algo parecido. Imitarlo, en otras palabras. Yo no sabía cantar, ni nunca he sabido -algunos herejes dicen que él tampoco-, y mucho menos tocar la guitarra, pero eso no me importaba esta vez, porque se trataba de escribir versos y para eso me veía capaz. Vistas así las cosas, y aunque después vinieran otros y se ampliaran las influencias, mi primer modelo literario consciente fue Bob Dylan, y mi primera pauta un texto en el que se menciona que los poetas escriben...canciones.

Tardé varias décadas en encontrar mi propia voz, un estilo que no tuviera deudas imposibles de saldar. He escrito algunas cosas desde aquella primera cuartilla en una libreta del colegio, pero solo he publicado dos: "Escuchando a Dylan", en el año 2013 , y "Patti Smith. Caballos para la eternidad", en el 2015. El sábado pasado, cuando ella cantó la canción de él en Estocolmo, todas las piezas se juntaron de repente, y volví a aquel lejano momento en que empezó todo. En unos minutos mágicos se fundieron en el caleidoscopio Dylan, Patti, la lluvia que iba a caer, las primeras líneas que me atreví a escribir entonces, las que no menos osadamente he escrito estos últimos años.


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